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miércoles, 26 de octubre de 2011

La contrición del Padrino

REFLEXIÓN DEL DÍA:


Aquel chaval no parecía dispuesto a aceptar que existen actos objetivamente lícitos o ilícitos. Para él todo depende de la intención; de los buenos o malos sentimientos de quien los realiza.
Ni que decir tiene que no hablábamos “en general”, sino muy en concreto. Una y otra vez, mi amigo acudía al “para mí esto no es malo”, convirtiendo el “para mí” en regla suprema e inapelable de la moralidad.
Recordé entonces una escena de “El Padrino III”. El viejo mafioso, ya retirado de sus fechorías, vela el cadáver de un buen amigo y se lamenta de su propia soledad y del odio que ha sembrado a su alrededor. Hace examen de conciencia y se ve inocente: “he sido siempre un hombre honrado”, se dice a sí mismo.
Si no fuese porque lo hemos visto asesinar sin piedad a centenares de personas, casi convencería al espectador.
Ésta es la escena. El bueno de Alfonso, experto en microvídeos, la ha editado para colgarla en el globo.



FUENTE: Pensar por Libre

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